Trabajar desde casa es "la nueva normalidad" para mucha gente. Tanto si llevas tiempo teletrabajando como si aún te estás adaptando a este cambio repentino, aquí tienes una lista de consejos prácticos para sacar el máximo partido a tu vida laboral a distancia.
No todo el mundo puede permitirse el lujo de tener una oficina en casa, pero sigue siendo importante que te hagas un hueco mientras trabajas desde casa. Ayuda a establecer esa separación mental y física entre estar "en el trabajo" y estar en casa.
La mesa de la cocina puede parecer una buena opción pero, al ser una zona muy concurrida de la casa, puede resultar ruidosa y distraer. Elige un rincón tranquilo en un comedor o dormitorio alejado de la parte principal de la casa. Un escritorio pequeño y unas cajas apilables para tus archivos no ocuparán mucho espacio y te proporcionarán un lugar tranquilo para trabajar. Incluso una mesa de cartas plegable te servirá, si tu vida laboral a distancia es temporal.
No obstante, invierta en una silla de oficina cómoda. Su espalda se lo agradecerá.
Vístete cada mañana. No hace falta que te pongas tacones o traje y corbata, pero quítate el pijama. Es una buena forma de hacerle saber a tu cerebro: "Empiezo mi jornada laboral".
Conéctate a tus reuniones virtuales un par de minutos antes para asegurarte de que no tienes ningún problema técnico, de que tienes un aspecto profesional ante la cámara y de que tu fondo está despejado.
Dependiendo de la duración de tus desplazamientos, ahora que trabajas desde casa puedes disponer de 2 ó 3 horas más al día. ¿Te gusta madrugar? Aprovecha ese tiempo para dar una vuelta a la manzana o hacer ejercicio por la mañana. Descarga el lavavajillas o barre el suelo mientras se prepara el café. Los noctámbulos podéis aprovechar el tiempo extra para dormir hasta un poco más tarde y llegar al trabajo a tiempo, frescos y bien descansados.
Otra gran ventaja de este tiempo extra es que puedes repartir las tareas domésticas a lo largo de la semana en lugar de tener que atiborrarlas todas el fin de semana. Haz una tabla de tareas y asigna a cada habitación o tarea un día de la semana. Para cuando llegue el sábado, la casa estará limpia, los recados hechos y tendrás el fin de semana para pasarlo con la familia, disfrutar de tus aficiones o simplemente relajarte.
Establece unos límites con el resto de la familia. Asegúrate de que el resto de la familia sepa que el hecho de que estés en casa no significa que estés a su entera disposición ni que todas las tareas recaigan sobre ti. Cuando estás de guardia, trabajas igual que antes.
Trata tu día en la oficina en casa como lo harías en la oficina normal. Apaga la televisión, mantente alejado de Facebook y pon música tranquila como ruido de fondo. Te sorprenderá lo productivo que eres sin las distracciones de una oficina ajetreada.
Cuando se trata de trabajo, es importante mantener el contacto, incluso cuando no puede ser en persona. Asegúrate de que te ven y te escuchan durante esas reuniones de Zoom, aunque sólo sea para decir "¡qué bien veros a todos!" al final. Mantente también en contacto con tus compañeros. Llama a Terry para preguntarle por el nuevo bebé o envía un mensaje de texto a Chris para felicitarle por la compra de su primera casa. Considera la posibilidad de enviar a tu jefe un resumen semanal de todo lo que has conseguido cada semana, para demostrarle que estás haciendo bien tu trabajo aunque no pueda verte.
¿Te encuentras mal? Tómese el día libre. ¿Planeas unas vacaciones para la semana de tu cumpleaños? Pide ese día libre. Trabajar desde casa no significa que tengas que estar "conectado" 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. No serías muy productivo intentando trabajar durante una gripe estomacal, y te has ganado tu PTO.
Note prives de tu tiempo libre sólo porque no estés físicamente en una oficina todos los días.
Es importante para tu bienestar mental que salgas al menos una vez al día, aunque sólo sea para cambiar de aires. En la medida de lo posible durante las restricciones de Covid-19, salga de casa. Da un paseo por el barrio, saca el portátil al patio, dirígete a una cafetería local que tenga asientos al aire libre y WiFi gratuito. Disfruta del aire fresco y de la importantísima vitamina D del sol. Sólo 15-20 minutos de luz solar pueden aumentar la producción de vitamina D y se ha demostrado que contribuye a la salud del sistema inmunitario, cerebral y nervioso.
Márcate una rutina para el final del día. Apague el ordenador, saque a pasear al perro, haga algo de yoga... algo que indique a su cerebro y a su cuerpo que la jornada laboral ha terminado y que es hora de relajarse. Esto puede ayudarte a mantener el orden en tu vida.
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